
Time present and time past
Are both perhaps present in time future,
And time future contained in time past.
If all time is eternally present
All time is unredeemable.
T.S. Eliot

Las Islas del Tigre
Ninguna otra ciudad, que yo sepa, linda con un secreto archipiélago de verdes islas que se alejan y pierden en las dudosas aguas de un río tan lento que la literatura ha podido llamarlo inmóvil. En una de ellas, que no he visto, se mató Leopoldo Lugones, que habrá sentido, acaso por primera vez en su vida, que estaba libre, al fin, del misterioso deber de buscar metáforas, adjetivos y verbos para todas las cosas del mundo.
Hace muchos años, el Tigre me dio imágenes, quizá erróneas, para las escenas malayas o africanas de los libros de Conrad. Esas imágenes me servirán para erigir un monumento, sin duda menos perdurable que el bronce de cieros infinitos domingos. He recordado a Horacio, que sigue siendo para mí el más misterioso de los poetas, ya que sus estrofas cesan y no termian, asimismo son inconexas. No es imposible que su mente clásica se abstuviera deliberadamente del énfasis. Releo lo anterior compruebo con una suerte de agridulce melancolía que todas las cosas del mundo me llevan a una cita o a un libro.
La de casarse con el médico escocés Alexander Blackwell quizás no haya sido la mejor decisión tomada por su prima, Elizabeth Blachrie. Acaso ella se lo haya preguntado cuando la dudosa reputación de su marido, luego de una larga serie de inconvenientes, terminó por llevarlo a la cárcel. El episodio, sin embargo, dio buenos resultados: gracias a su necesidad de sobrevivir y mantener a su familia durante ese tiempo es posible disfrutar hoy de las páginas de A Curious Herbal, el bellísimo libro de herbolaria que Elizabeth ilustró para recaudar fondos y cuyo éxito permitió la liberación de Alexa
nder.
édica que lleva su mismo nombre), no sólo como su autora sino también como aquella en cuyo honor fue bautizado el género de plantas Blackwellia. Sobre lo acontecido con su marido después de la muerte, en cambio, poco puede decirse; pero lo cierto es que sus días precedentes a esta fueron desafortunados hasta el fin: luego de haberse endeudado nuevamente y abandonado a su familia, en 1747 fue acusado por conspiración y ejecutado.

